Desde mi punto de vista hay 3 aspectos clave a la hora de degustar una cerveza: temperatura, vaso (tiene que ser en un vaso!) y ambiente.
Temperatura: es importante respetar la temperatura indicada para cada uno de los estilos. En una manera amplia la temperatura va de los 9 a los 13ºC en el caso de las ales y de los 5 a los 9ºC en el caso de las lagers. Personalmente trato de apuntar un par de grados más abajo a fin de poder seguir disfrutando de una temperatura apropiada a medida que tomo mi cerveza. Cómo se logra esto? Simplemente dejo fuera de la heladera la botella unos 10 o 15 minutos antes de servir la cerveza.
Vaso: es importante tratar de “machear” el estilo de cerveza que uno va a degustar con el tipo de vaso, siempre y cuando teniendo en cuenta las restricciones que uno pueda tener. En ratebeer encontrarán una muy completa y adecuada reseña de los tipos de vasos disponibles y para que estilos de cerveza se adaptan mejor.
Personalmente poseo una colección interesante de vasos, pero generalmente recurro a sólo dos:
* Una pinta del tipo “tulipa” (“tulip” en inglés): adecuada para la mayoría de las cervezas de sesión: IPAs, Porters, Stouts, Pale Ales, etc..
* Una copa de vino “grande” (“oversized wine glass” en inglés): para los estilos de mayor contenido alcohólico y me mayor “refinación”: tripels, strong ales, belgian strong golden ales, etc…
De vez en cuando recurro a un vaso de brandy (“brandy snifter”), sobre todo cuando estoy con algún barley wine o una imperial stout.
El ambiente: es fundamental para mí estar en un contexto donde pueda disfrutar tranquilamente de mi cerveza, con la luz adecuada, el menor ruido posible y, fundamentalmente, en un ambiente libre de humo. Estas condiciones son importantes a la hora de lograr una buena predisposición y lograr una mejor apreciación de lo que uno esta tomando.
La idea es en algún próximo post analizar que variables se evalúan en una cerveza y de que manera se las califica.
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