miércoles, 24 de septiembre de 2008

La Ronda V - El brindis de America y Europa



De acuerdo a lo propuesto por Neo Manza, la ronda de éste mes girará alrededor del tema “¿Cómo construir, consolidar y mantener una verdadera cultura cervecera?”.

La reflexión debe girar a como se puede generar una cultura cervecera en nuestra sociedad iberoamericana.

Creo que de alguna manera, todas las culturas iberoamericanas compartimos precisamente, nuestras ibéricas raíces. Esto, entre muchas otras tradiciones, ha traído que incorporemos a nuestra dieta numerosos elementos de la famosa dieta mediterránea. Dentro ésta famosa (y cada vez más prestigiosa) dieta podemos encontrar exponentes por excelencia, como la oliva, el ajo, y por supuesto, el vino. El vino, a su vez se encuentra muy ligado a nosotros por la religión católica, dominante en nuestras sociedades. Si nos ponemos a pensar, ocupa un lugar importante, tanto en la liturgia como en los distintos pasajes evangélicos.
Más allá de la “herencia” también creo que ha tenido mucho que ver el hecho de que la mayoría de las sociedades iberoamericanas (salvo partes de Argentina, Chile y por ahí Uruguay) se encuentran en áreas geográficamente adversas al desarrollo de cultivos necesarios para el auge de una producción cervecera (esto es, cebada y lúpulo). En el mundo globalizado de hoy, esto puede parecer no tan determinante, pero hay que tener en cuenta que hace no tanto tiempo, el movimiento internacional de bienes era más bien restringido, por lo que uno “hacía con lo que tenía”. Esto llevó a que se hiciera difícil el florecimiento de una industria cervecera local y sí, en cambio, se diera un desarrollo de la industria vinícola o de aguardientes (Ron, Pisco, etc…) según los diferentes países.

Hasta aquí mi perspectiva de por qué nos encontramos con que las sociedades iberoamericanas son más bien “vinofilas”. Ahora bien, la pregunta es cómo logramos que la sociedad de alguna manera aprecie un poco más esta bebida tan bastardeada que es la cerveza. Desde mi punto de vista, el camino a recorrer para lograr el reconocimiento de la “buena cerveza” debe ser un paralelismo con el transitado por la industria del vino. En el caso de Argentina, si bien hoy el vino goza de esa imagen “upscale” de la que disfruta a nivel mundial, es importante tener en cuenta que, durante la mayor parte de nuestra historia el vino ha sido un producto bastante genérico. El fenómeno de los vinos finos, de etiqueta, es bastante reciente. Los que tenemos casi 30 todavía podemos recordar los días del “vino de mesa”, con productos de una calidad no mala, pero si mediocre, sin una diferenciación definida y, por supuesto, todo el marketing que rodea al mundo del vino hoy en día. Es decir, hasta fines de la década del 80, el consumidor de vino bebía un producto genérico, popular y de escaso valor agregado… familiar, no?

De ésta manera, estoy convencido que para lograr nuestro objetivo, se deben cumplir una serie de pasos:
* Lograr cervezas de calidad, consistentes, diferenciadas.
* Comunicar las bondades del producto, sus bondades organolépticas y culinarias.
* EDUCAR al consumidor.
* Lograr una propuesta comercial sólida y con valor agregado.

Una aclaración: si bien estoy convencido que la “buena cerveza” debe transitar un camino similar al del vino en búsqueda de su éxito comercial, me parece que hay que hacer una diferencia relacionada a la naturaleza de la cerveza. Es importante evitar caer en los esnobismos en los que, cada vez más, cae el “marketing del vino”. La cerveza es, ANTE TODO, un lubricante social. Es una bebida (por más trillado que esté por Quilmes) relacionada con pasar buenos momentos, disfrutar de la buena vida, de una buena vida accesible. Es una bebida inclusiva, igualitaria. Por otro lado es importante resaltar su versatilidad, estoy convencido que hay una cerveza para cada uno. Si nos remitimos a nuestra experiencia personal, estoy seguro que cada uno de ustedes tiene una historia de esas que cuando le das de probar una “buena cerveza” a alguien te dice: “No puedo volver a tomar cerveza industrial”. Esto implica que hay potencial y que, si se hacen las cosas bien, la gente empezará a pedir la cerveza que quiere y no la que le quieren imponer.



6 comentarios:

Catador dijo...

Me quedo con dos comentarios: que la buena cerveza no es excluyente y la pueden tomar todos, no así el buen vino que es demasiado caro. Lo otro, yo creo porque existe un abismo entre algunas industriales y las buenas cervezas, es que el público nota la diferencia, y eso es un pro pensando en cómo formar una cultur cervecera.

Salud!

Pivní Filosof dijo...

Yo creo que otro problema es que para la mayoría de los consumidores la cerveza es más una marca, producto genérico, que una bebida.
Me acuerdo hace mirando un programa de debates sobre vinos en gourmet.com que tenía como premisa "qué tomaríamos si no existiese el vino". Después de casi una hora de sanata por parte de estos expertos gastronómicos y vinófilos, podés creer que ninguno mencionó cerveza?

Pivní Filosof dijo...

A propósito, no vi el link a tu aporte en el blog de Manza... no te olvides de ponerlo :)

Nicolino dijo...

Exactamente, estoy cada vez que hay que trabajar sobre difundir la calidad que tiene una buena cerveza y la versatilidad que tiene para acompañar multitud de situaciones.

Manzapivo dijo...

Ya está el resumen de las opiniones de la 4º Ronda en: http://manzapivo.blogspot.com/2008/09/la-ronda-cervecera-n-4-pagando-la.html

C dijo...

Olá! Estou escrevendo para comunicar estas oficialmente convidado LaRonda # 5, desta vez para me pagar. A partir de amanhã, sexta-feira décimo 10, às 9 horas (hora espanhola) passará a ter no universo de cerveja em mais uma rodada de dar a sua opinião. Estou esperando.